Más allá de la pésima gestión en la salud y la educación pública durante sus años de gestión, una frase de María Eugenia Vidal quedará en el recuerdo de su paso como gobernadora: “¿Es de equidad que durante años hayamos poblado la Provincia de Buenos Aires de universidades públicas cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad?”
Aquella frase reflejaba el pensamiento de quienes gobernaban el país y la bronca de siempre porque los pobres vayan a la universidad, la cual es pública y gratuita por una decisión del presidente Juan Domingo Perón.
La afirmación, además de clasista, es falsa. Según datos del INDEC, en las universidades del conurbano el promedio de jóvenes egresados de primera generación de profesionales supera el 70%, lo que contradice la frase de la ex gobernadora. Esos jóvenes son hijos de familias de trabajadores.
Por estas horas se conoció que Vidal está haciendo tratativas para incorporarse como docente en la Universidad Pública de Almirante Brown, una de las tantas creadas durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y con sede en Burzaco.
Mientras tanto, la ex gobernadora ya gestionó para dar clases en universidades privadas. La Universidad Di Tella le confirmó que podrá estar al frente de “Planificación y Gestión de Políticas Publicas”, a partir de junio. Paralelamente ya cerró para dar clases en la escuela de negocios de la Universidad Austral, perteneciente al Opus Dei.
Vidal, que luego de dejar la gobernación el 10 de diciembre, se dedicó a viajar por el mundo, primero a París con su novio y luego por la exótica Nueva Zelanda con sus hijos, se mudó al barrio porteño de Recoleta, a un par de cuadras de Plaza Francia. Según cuentan sus allegados, luego de terminar de acondicionar su nueva casa, empezó a deletrear un libro para contar sus vivencias personales durante su paso por la administración pública. El libro abarcaría desde sus inicios en la Capital Federal junto a Mauricio Macri y terminaría en la provincia de Buenos Aires como gobernadora.
La ex mandataria, más allá de sus actividades en la docencia, continua en Juntos por el Cambio y, con el apoyo de los medios dominantes, intenta aparecer como una dirigente diferente a Patricia Bullrich y Mauricio Macri, sin la agresividad de los rabiosos. Llama a los legisladores de la Provincia y a los intendentes y les dicen que “colaboren” con el gobierno nacional y provincial, en la misma línea que Horacio Rodríguez Larreta.
En realidad, el macrismo repite la historia de los últimos cuatro años: una Vidal “más humana” y un Macri “más duro”, pero ambos son las dos caras de la misma moneda y ambas gestiones fueron desastrosas para el país y la provincia.
Fuente: Info 135